Apertura de testamento cerrado

En Colombia, de acuerdo con el artículo 1055 del código civil, un testamento es el acto solemne por medio del cual una persona dispone sus bienes a otros después de su muerte. El testamento cerrado es un tipo de testamento que se encuentra contenido en un sobre cerrado y sellado, en el cual el testador declara su última voluntad y disposición sobre sus bienes y asuntos personales para después de su fallecimiento. A diferencia de otros tipos de testamentos, como el testamento abierto, el testamento cerrado se mantiene en secreto hasta el momento de su apertura.

Los requisitos para que un testamento cerrado sea válido en Colombia son los siguientes:

La persona que hace un testamento debe estar en plena capacidad para hacerlo. El notario verificará esta condición.
Documento de identificación de la persona que va a hacer el testamento.
Cinco testigos y sus documentos de identificación.
Sobre cerrado presentado directamente por la persona que hace el testamento, con la declaración escrita que contiene su última voluntad. El sobre debe estar marcado con la palabra «testamento»
Firma de la persona que hace el testamento, los cinco testigos y la firma del notario.

El momento de la apertura del testamento cerrado se produce después del fallecimiento del testador. Una vez que el testador ha fallecido, el notario o la autoridad competente procede a verificar el cumplimiento de los siguientes requisitos después de haberse realizado la solicitud de apertura:

Documentos de identificación
Solicitud escrita y prueba de su relación con la persona que hizo el testamento cerrado. Si el interesado es hijo del fallecido, debe presentar copia auténtica del Registro Civil de Nacimiento.
Registro Civil de Defunción de la persona que hizo el testamento cerrado.
Copia auténtica de la escritura pública que se realizó a partir de la entrega del sobre cerrado al notario y frente a los cinco testigos.
Sobre que contiene el testamento cerrado, guardado por el notario desde el mismo día en que éste se hizo.

Es recomendable que el testador deje instrucciones claras sobre el lugar donde se encuentra el testamento cerrado y comunique su existencia a personas de confianza, como un abogado o un familiar cercano. Esto facilitará la localización y apertura del testamento cerrado después del fallecimiento.

Para este trámite no se requiere la asistencia de abogado y su duración dependerá de las condiciones de cada caso y de la disponibilidad de las partes intervinientes.