El Derecho Internacional Humanitario (DIH) es un conjunto de normas y principios que busca proteger a las personas que no participan directamente en hostilidades durante conflictos armados, así como limitar los medios y métodos de guerra. También se conoce como el Derecho de la Guerra o Derecho de los Conflictos Armados. Su objetivo fundamental es reducir el sufrimiento humano en tiempos de guerra y asegurar el respeto a la dignidad humana, incluso en situaciones de violencia extrema.

El DIH se encuentra esencialmente contenido en los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, en los que son parte casi todos los Estados. Estos Convenios se completaron con otros dos tratados: los Protocolos adicionales de 1977 relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados.

Este derecho es importante porque proporciona un marco legal que regula las conductas durante los conflictos armados, estableciendo límites a la violencia y protegiendo a las personas más vulnerables en esas situaciones, como los civiles, los heridos, los enfermos, los prisioneros de guerra y el personal humanitario.

Respecto a la protección de civiles en conflictos armados, el DIH establece varias normas y principios fundamentales:

Distinción: Se debe distinguir siempre entre combatientes y civiles. Los civiles no deben ser objeto de ataques directos y deben ser protegidos de los efectos de las hostilidades tanto como sea posible.

Proporcionalidad: Los ataques dirigidos contra objetivos militares legítimos no deben causar daños excesivos en comparación con el beneficio militar esperado. Deben evitarse los ataques que puedan resultar en daños indiscriminados a la población civil.

Precauciones: Las partes en conflicto deben tomar todas las precauciones posibles para evitar o minimizar los daños a los civiles y las infraestructuras civiles.

Prohibición de ataques indiscriminados: Los ataques que no distinguen entre objetivos militares y civiles, o aquellos que no pueden dirigirse específicamente a un objetivo militar legítimo, están prohibidos.

Prohibición de violencia sexual y otras violaciones: El DIH prohíbe el uso de la violencia sexual, la tortura, los tratos crueles, inhumanos o degradantes y otras violaciones graves a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

Protección especial a niños y personas desplazadas: El DIH otorga una protección especial a los niños, las personas desplazadas, las mujeres y otras personas especialmente vulnerables durante los conflictos armados.

El cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario es crucial para minimizar el impacto devastador de los conflictos armados en la población civil y garantizar el respeto a la dignidad y los derechos humanos, incluso en las condiciones más difíciles. Sin embargo, es importante destacar que el respeto y la aplicación efectiva del DIH dependen en gran medida del comportamiento de las partes en conflicto y de su voluntad de cumplir con estas normas y principios.