Las marcas no convencionales, también conocidas como marcas sensoriales o marcas de experiencia, son elementos identificativos de una marca que van más allá de los aspectos visuales y son percibidos a través de los sentidos como el olfato, el tacto y el gusto. Contrario a las marcas “convencionales” a aquellas que se expresan mediante palabras, números, imágenes o símbolos, es decir, que son percibidas por el sentido de la vista únicamente.
Los aromas, texturas y sabores son ejemplos de elementos sensoriales que pueden utilizarse para crear una identidad distintiva y memorable para una marca.
Aromas: Los aromas pueden ser poderosos para evocar emociones y recuerdos en las personas. Algunas marcas utilizan aromas específicos en sus establecimientos comerciales o en sus productos para crear una conexión emocional con los consumidores. Por ejemplo, algunas tiendas de moda pueden tener un aroma característico en su interior que se asocia con su marca, lo que crea una experiencia única para quienes la visitan. Este tipo de marcas se pueden proteger por medio de una descripción del olor.
Texturas: La textura es una característica táctil que también puede ser utilizada como elemento identificativo de una marca. Las texturas pueden estar presentes en los envases de productos, en los materiales utilizados en la fabricación de productos o incluso en la decoración de los espacios físicos de la marca. La textura puede contribuir a una experiencia sensorial única y a la diferenciación de la marca en el mercado.
Sabores: Los sabores son otro elemento sensorial que puede ser aprovechado por las marcas para crear una identidad distintiva. Los sabores pueden estar asociados con productos alimenticios, bebidas, productos de cuidado personal y más. Un sabor característico puede hacer que los consumidores recuerden y asocien la marca con esa experiencia gustativa específica.
Estos elementos sensoriales no convencionales se utilizan con el fin de dejar una impresión duradera en la mente de los consumidores, creando una conexión emocional y memorabilidad que va más allá de los elementos visuales tradicionales como logotipos y colores debido a la gran competencia existente en el mercado hoy en día, donde cada vez cuesta más impactar en las personas y captar su atención. Sin embargo, es importante utilizar estos elementos de manera coherente y auténtica para que realmente reflejen los valores y la personalidad de la marca. Además, es fundamental considerar las posibles reacciones de los consumidores y asegurarse de que estos elementos sensoriales no generen rechazo o incomodidad.
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