Debido al antecedente histórico de expulsión y marginación sufrido por este pueblo, la Comunidad Judía impulsó la creación de una Ley para que los descendientes de judíos expulsados puedan solicitar la nacionalidad y tener derecho al retorno a quien lo desee; siempre y cuando puedan acreditar que dentro de sus antepasados exista una raíz judío sefardí.
Por todo esto es que la nacionalidad portuguesa puede ser concedida a los descendientes de judíos sefardíes portugueses, que después de salir de Portugal, debido a la persecución religiosa, viajaron a lo largo y ancho del mundo, por lo que numerosas personas han heredado costumbres judías incluso desconociendo el origen de estas.
Desde 2015 entró en vigor la ley No. 30-A, con este hecho se ha podido observar cómo poco a poco ha ido aumentando el número de solicitudes de cientos de personas de origen sefardí que desean beneficiarse de la actual legislación portuguesa, ha tenido tanto impacto que aún tienen unas 80.102 solicitudes pendientes. #1
Gracias a esto la comunidad judía portuguesa creció un 1.000% las sinagogas crecieron, numerosos restaurantes que respetan la dieta judía han abierto, hay un nuevo cementerio judío, nuevos museos judíos y ahora hay un nuevo museo del Holocausto en oporto, el cual es el primero en Portugal. Evidenciando un reflorecimiento de una comunidad que antaño tuvo que ocultar lo que es.
Pero no solo los descendientes sefardíes que practican el judaísmo se han beneficiado de esta ley, miles de descendientes de judíos de diversas nacionalidades, géneros, religiones y edades se han beneficiado de esta legislación, siendo una oportunidad no solo para los que desean inmigrar a Portugal, sino una oportunidad para el mismo país luso, el cual cuenta con una de las poblaciones más envejecidas a nivel mundial, una oportunidad de rejuvenecer su población, atraer inversión extranjera, y de convertirse en un país aún más diverso y pluralista.
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